Hace aproximadamente un mes que dedico muy pocos ratos a mis aficiones, como ahora escribir. Y es que dispongo de poco tiempo, pues en algo más de unas tres semanas vuelvo a España unas semanas y hay muchas tareas que completar y desarrollar para dejarlo todo listo y preparado para la vuelta. En definitiva, lo que significa una reorganización y reestructuración de un proyecto, de principio a fin del proceso. Con una sola finalidad siempre presente: ofrecer un medio de vida a aquellos más desfavorecidos. Sólo cuando las mejoras, nuevos recursos y procedimientos estén implantados, la expansión y el crecimiento serán cómodos y dinámicos. Ahora mismo, periodo de adaptación, cambio y esfuerzo, mucho esfuerzo, que a veces cuesta disfrutar.
La autoexigencia no ayuda, aunque siento un aprendizaje importante también en este sentido. El Santo Equilibrio… ya es casi natural. Y me alegra mucho. A pesar que la parte más humana tienda a acumular y a explotar en determinados momentos, que conllevan a un replantearse la valía de todo; cien volteretas cuesta abajo, a toda velocidad, para volver a levantarme preparada para continuar.
Bien. Resumiendo este último tiempo; hace unas cuatro semanas estuve disfrutando de unos días libres. Increíbles rincones del sur India… De Anantapur al espectacular y mágico estado de Kerala. Naturaleza viva con sus elementos armoniosos perfectamente combinados; gente amable y servicial de mar y montaña, cultura culinaria diferente y deliciosa y arte e historia acumulados durante siglos: reino, colonización e independencia.
Munnar, una pequeña y tranquila ciudad en lo alto de una de las cimas más altas de la India meridional. Cascadas y rocas pulidas, elefantes y otros animales salvajes campando a sus anchas, plantaciones de te y especies de todo tipo, con clase magistral sobre su cultivo y beneficios incluida…
Backwaters, adjuntos a la ciudad de Allepey (Alappuzha). Terrenos construidos en forma de un delta artificial en la costa suroeste del país. Tierras que, todavía a día de hoy y diariamente, se mantienen estables gracias al lodo y tierra que los autóctonos vuelcan sobre las laderas de los canales, transportándolo en canoas de madera. Todo un arte y sacrificio, pues debe ser duro y costoso, referido al esfuerzo físico requerido. Aunque la soltura aparente es digna de contemplar.
Aunque también se encuentran plantas y flores de colores vivos y alegres en todos los rincones.
Con esta se pueden crear burbujas, como aquel botecito lleno de jabón y agua, que contiene una varilla y forma redonda. ¿Quién no ha probado nunca?
Las canoas y los ferries son el medio de transporte más común para ir de un pueblo a otro. Montarse en una de ellas y navegar entre los diminutos pasillos de agua no tiene precio. Un paseo 100% recomendable e inolvidable.
Chennankary, pueblo en el que pude relajarme y degustar comida tradicional en casa de la señora Anna y su familia. Un lujo, sin duda alguna.
Un servicio muy demandado por los turistas. Se suelen alquilar a unos 40 euros por 24 horas, todo incluido.
Tuvimos la oportunidad de un paseo matutino con obstáculos de diferente índole como atravesar un canal sin apoyos. Alé valientes, ¡sin miedo! Conseguí pasar sin problemas, sintiéndome toda una aventurera.
Sin embargo, en un momento tuvimos la brillante idea de hacernos una foto en una de las entradas que sirven de ducha, lavadero y puerto entre otros…
Tercera parada, Fort Cochin (Kochi); una ciudad turística junto a la playa, no por ello menos interesante. Allí pudimos asistir a la función diaria de Kathakalli, teatro mudo que consiste en instrumentos musicales y gesticulación exagerada representando la historia de una princesa y un reino.
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Una de las partes más espectaculares es observar el maquillaje, obtenido de forma natural con polvo de piedras varias, dando lugar a colores muy vivos a los que se da un significado particular.
Una de las partes más espectaculares es observar el maquillaje, obtenido de forma natural con polvo de piedras varias, dando lugar a colores muy vivos a los que se da un significado particular.
Además, visitamos el museo antropológico y desayunamos de lujo en un restaurante familiar: dosa y apam. ¡Exquisito!
Además de esta escapada, me gustará compartir con vosotros el espectáculo de clown con el que deleitaron a nuestras nenas una tarde a principios de este mes. Al trabajar hasta las 18h., casi nunca tienen la oportunidad de participar en los programas socio-culturales de la fundación. Esta vez ellas eran las protagonistas, aunque también los nenes y nenas del cole de ciegos y sordos participaran.
Se rieron a carcajadas, ¡sobretodo cuando mi compañero decidió aplastarme una tarta artificial confeccionada con espuma de afeitar en el cogote!
Un tercer capítulo es nuestra primera exposición en un restaurante muy conocido de la ciudad de Bangalore, Only Place. El dueño era muy amigo de Vicente, con lo que nos deja el espacio de forma gratuita. Allí se prepara comida occidental de alta calidad a un precio muy razonable, que degustan personas de diferentes partes del mundo afincadas aquí o durante su paso por India. El perfil es gente con alto poder adquisitivo, por lo que es muy positivo poder dar visibilidad a la Fundación además de ofrecer las “obras de arte” de las mujeres con discapacidad de Anantapur.
Sin embargo, el impulso a publicar esta vez viene al recibir la grata noticia de la materialización de la mejora de las condiciones de vida y trabajo de las beneficiarias de esta área de actuación. El verdadero y único sentido de esta, mi gran experiencia.
Dentro del plan de sostenibilidad, una de las partes es la reorganización, relocalización y reformas de los talleres y residencias… Para ello, necesitábamos presentar un plan que debería ser aprobado en India y financiado desde España.
¡Sí Señor! Después de varias reuniones intensas en las pude exponer la necesidad y motivos del citado plan, nos han concedido toda una edificación espaciosa y grandiosa para nuesto departamento. Está situado en un campus precioso en el pueblo de Bukkaraya Samudram, dónde tengo la suerte de vivir, a escasos kilómetros de la ciudad de Anantapur.
Consta de un patio central luminoso y ventilado, con ocho habitaciones grandes, baños, lavadero, dos salas enormes dónde se podrá trabajar mucho más a gusto y tres otros espacios que servirán de habitación extra, oficina y packaging room.
Cooperantes de una asociación de Granada, (Genial Carmen y su equipazo), que trabajan desde hace años para financiar proyectos de FVF entre otros, estuvieron hace poco de visita aquí. Al escuchar nuestras intenciones y la necesidad de una inversión inicial importante, se comprometieron a contribuir y colaborar activamente. Por lo que, dado que con esta concesión muchas menos reformas serán necesarias, podremos dar medios adicionales como sillas de ruedas para la movilidad entre talleres, camas (hasta ahora siempre han dormido en el suelo) y demás aplicaciones y servicios útiles y convenientes, muy convenientes.
Por si fuera poco, nos han dado permiso para montar una fiesta todos juntos (los más de 230 trabajadores), con comida común y merienda, actuación y baile, charla de motivación y alguna que otra sorpresa que prepararemos.
De nuevo, siento dificultad para expresar la enorme alegría y satisfacción que sentí al recibir la noticia… Pues por fin, después de varios meses, se lleva a cabo un primer cambio importante como consecuencia del fenomenal personal con el que comparto la ilusión y las ganas por aportar un granito de arena a un mundo un poquito más justo y equitativo.
Para finalizar este post y poner la guinda, acabo de volver de comer con ellas. Entre risas, Rammalakshmi (o Salomé, su nombre cristiano) ha empezado a gritar que era feliz y a decir que Marina y yo éramos muy guapas. Atención a la respuesta a mi pregunta del porqué:
- Porque Marina y tu habéis venido desde España a ayudarnos, y vais a Bangalore y a otros sitios para que tengamos más trabajo. Así que somos muy felices gracias a vosotras.
¡Au! Ya os podéis imaginar lo que ha pasado… Pitando he salido en búsqueda de la escasa brisa y su efecto instantáneo de secar lagrimillas de emoción. Pues, de nuevo, ¡cómo explicarles que somos nosotras las afortunadas al poder compartir lo que hemos tenido la suerte de recibir!
Así pues, y sintiendo mucho mi ausencia durante estas semanas, celebro con vosotros esta gran noticia que me impulsa a continuar fuerte y confiada.
Un abrazo enorme y hasta pronto.
Cris