Cuando hayas de elegir entre varios caminos,
elige siempre el camino del corazón.
Quién elige el camino del corazón no se equivoca nunca.
Proverbio sufí
Un día Alguien me dijo que escuchara lo que decía mi corazón y actuara acorde a lo que sentía, pues alguna razón existiría, y el absoluto convencimiento en una decisión es crucial para su éxito.
Un día Alguien me regaló una canción preciosa, que sigo escuchando con frecuencia en mis momentos de añoranza y debilidad, pues me transmite paz y esperanza.
Un día Alguien me dijo que confiaba en mí, consiguiendo la aceptación de la responsabilidad versus aquellos que te la entregan.
Un día Alguien me enseñó que debo perdonarme mis errores y aprender de ellos, mientras este Alguien crecía con éstos también, y compartía los suyos conmigo.
Un día Alguien me envió un escrito que me llegó al corazón, y me sirvió para entender determinada situación, fortaleciendo mi espíritu de superación y automotivación.
Un día Alguien me advirtió de las consecuencias, aún dejando acertadamente que yo las experimentara.
Un día Alguien me escuchó, comprendió y abrazó, provocando el mayor de los sosiegos y la más armoniosa de las calmas.
Un día Alguien me guió en un camino oscuro, mostrándome varias salidas, dejando que yo escogiera la que sería mía, pues sabía que cualquiera de ellas me beneficiaría.
Un día Alguien me confesó estar muy orgulloso de mí, aplaudiéndome y sonriéndome como mi mejor cómplice y amigo.
Un día Alguien lloró conmigo, pues nos reconciliábamos, habiendo sentido ambos una gran tristeza por esa distancia circunstancial de los indestructibles lazos que nos unen.
Un día Alguien me exigió que me aceptara tal cual y como soy, pues así valía mucho, recordándome que era la única forma de aceptar también a los demás.
Un día Alguien me cuidó y mimó, y me demostró que me quería, quizás cuando yo menos lo merecía.
Un día Alguien me llevó de viaje, consiguiendo sin esfuerzo mas con sabiduría e intención, un perfecto cambio de rumbo en mi vida, aún saber que la perfección no existe.
Un día Alguien me dijo que no me preocupara de las cosas, sino que me ocupara de ellas.
Un día Alguien me dijo que los valientes y luchadores como nosotros, conseguimos lo que queremos si sabemos escucharnos, si sabemos valorar a nuestro entorno y no descuidarlo, aceptar las circunstancias y adaptarnos a ellas y, sobretodo, si lo hacemos con Amor.
Un día Alguien me agradeció un regalo, y me confesó la intensidad con la que mis palabras habían penetrado en su corazón de oro.
Un día Alguien me demostró empíricamente, con hechos admirables, el significado de la palabra solidaridad y empatía.
Un día Alguien me dijo que era necesario restar importancia a todo lo terrenal, pues estamos aquí de paso.
Un día Alguien decidió regalarme la vida a mí, y la suya propia, junto con la más preciosa de las Reinas de este Universo.
Un día alguien me reconoció que yo, junto a un Príncipe encantador, éramos su principal motivo de existencia.
…
Pues un día, tras otro, y tras otro más, son todos los días de mi vida.
Y ese Alguien ha estado y está a mi lado en cada uno de ellos, protegiéndome, enseñándome, apoyándome, escuchándome, aceptándome, corrigiéndome, sonriéndome… queriéndome cómo sólo el Mejor Padre del Mundo sabría hacerlo.
¡Felicidades Papi!
Te adoro.
Cris
:) precioso
ResponderEliminarMolt guapo, Cris! Tot el que dius és molt guapo i cert però més ho valoraràs quan siguis mare. Entendràs moltes coses i com ell t'estima a tu, ja que ara no te'n pots fer ni una petita idea. Molts d'anys al teu pare!
ResponderEliminarBessos des de Santa Eugènia ;-)Vane.