Ya lo
anuncia el cartel, Chandra se casa! Como si de una campaña política o
publicidad se tratara… Aquí las bodas son grandes eventos, una tradición condición
sine qua non para el bienestar de cualquier indio. Si no estás casado, algo no
va bien. Curiosamente, a pesar de la evolución económica y desarrollo del país,
sigue siendo un acto de gran valor social y personal, sea cual sea la casta, la
zona de procedencia o religión.
Esta
vuelta a la India está resultando ser muy intensa y dinámica… Como de
costumbre, me siento muy afortunada, pues a pesar que despedirse no es tarea
sencilla, consigo disfrutar todos y cada uno de los días que paso aquí, la gran
mayoría de momentos, que componen esta parte final de mi etapa aquí.
Me quedaban
algunas cosas pendientes por hacer y vivir… Gracias a que mi salud me está
respetando y me encuentro bien y con fuerzas para darlo todo e irme con la gran
paz interior y equilibrio, estoy pudiendo realizarlas. Este tiempo es un último
empujón a años de trabajo interior, recopilación y creación de recursos
internos para una adecuada gestión de mis emociones y toques de espiritualidad.
El
primer domingo, recién llegada, nuestro instructor del taller de yute se
casaba. Qué alegría! Pues podría matar dos pájaros de un tiro: asistir a una
boda hindú de una persona a la que tengo profundo cariño y admiro a la vez que,
por primera vez, me pondría un saree.
Aquí
van las fotos prometidas…
No me
sentí tan incómoda como pensaba, lo reconozco. Aunque con la mano en el
corazón, a 45 grados llevar 6 metros de tela enrollados de una peculiar y
complicadísima manera por el cuerpo, cubriendo un top y una falda por si eso
fuera poco, es toda una experiencia. ;)
Esa era
la ocasión perfecta, Chandra lo valoraría mucho al igual que las nenas...
Y es
que organizamos buses para que pudieran atender la celebración que tanta
ilusión les hacía. Chandra es una persona muy querida entre todos nosotros,
esta gran familia.
Estas
bodas pueden durar días…dependiendo de la casta y poder adquisitivo de las
familias; este es el caso de un matrimonio humilde, de casta baja y además, el
novio con discapacidad física evidente: polio. Por lo tanto, una mañana, unas 5
horas aproximadamente, fue suficiente. Desde las 8.30 de la mañana hasta las 10.30,
se llevo a cabo la ceremonia religiosa. Luego los regalos y, para finalizar, el
banquete.
Los detalles
más interesantes y curiosos para mí, por puntos:
- Descripción general: sobre un pequeño palco, los novios sentados uno frente a otro, separados por el gurú que conducirá y dirigirá el acto.
Es tan especial e importante para ellos y sus familias que dos “blancos”
asistan y estén presentes este día, que justo a la llegada nos invitaron a
sentarnos justo detrás del novio… Si hubiera sido solo por el afecto que nos
tenemos el novio y yo mutuamente, me hubiera encantado la idea. Pero
desgraciadamente eso no es lo más importante… A mi compañero ni siquiera le
conocían. La raza blanca es superior, punto. A ratos el sentimiento de
incomprensión y rechazo a esta diferenciación de clases, de personas, que sin
merito alguno otorgan todavía muchas culturas, me impidió centrarme en la
vivencia. Desde luego, no solo me iré de aquí sin inmunidad a las picaduras de
insectos… Por suerte, otros pude concentrarme en observar y empatizar con
Chandra y su ya mujer, y entonces conseguí que ese sentimiento fuera de alegría
y esperanza.
- Vestimenta: ella con una cabellera de flores larguísima (y diría que incomoda, aunque nunca me he puesto una) y el tradicional saree. El, con túnica hasta los pies con finas rayas blancas y sombrero color champagne. Y como no podría ser de otra forma, collares de cientos de flores unidas por una cuerda fina, típicas de cualquier celebración.
- Altar: silla de plástico con los cocos ya bendecidos y cúrcuma sagrado (polvos de colores) sobre el arroz en un plato de metal frente a una imagen de los dioses de la que cuelga una tira de flores blancas. Justo al lado, los cocos señalados con cúrcuma, por bendecir.
- Símbolo del matrimonio: como alianza para los cristianos, un collar que el novio muestra antes de colocarle a la novia.
- Orquesta: creo que no hacen falta comentarios... Probablemente la mas graciosa que he visto en mi vida!
- Arroz: es el alimento base por excelencia de la cocina del sur de india y símbolo de fertilidad y prosperidad. El ritual obliga a los novios a derramar sobre la cabeza del otro una bandeja llena. Acto seguido, como a la salida de la mayoría de bodas en España, los asistentes lanzaran sobre la pareja más arroz.
Pero además, la tradición manda que los solteros debemos echarnos a
nosotros mismos si queremos casarnos en un futuro... Por si acaso...
- Trono: un banco de madera tallada, decorada con pintura dorada y plateada. Los novios se sentaran al final para una sesión de fotos y video muy profesional, con foco incluido.
- Regalos: los asistentes van subiendo al palco para dar la enhorabuena y entregarlos. Se aprovecha el momento para hacerse la foto con los recién casados.
- Banquete: en una sala contigua, se hierve y fríe en grandes ollas con fogones en el suelo, bombonas de gas transportables y demás carracheria, lo que será el menú nupcial.
La comida preparada se servirá a modo buffet bajo una carpa fuera del
edificio. Los asistentes hacen cola, a lo indio claro, para recoger su plato. A
lo indio quiero decir bien pegaditos uno tras el otro como podéis observar!
Pero de nuevo, pude saborear y disfrutar de esa magnífica comida, pues
la compañía era francamente grata y la goce entre risas y miradas de
complicidad de este conjunto excepcional de personas con el que nunca me
cansare de repetir, he tenido y tengo la suerte de compartir un tramo de mi
Camino.
Antes
de acabar, me gustaría recordar a los lectores que en esta cultura es
obligatorio que los padres sean quienes elijan las parejas de sus hijos. Además,
la mujer deberá entregar dinero y oro a la familia del marido, la popular dote.
Así pues, Chandra nunca había visto a su futura mujer antes de la boda. Eso sí,
pudo tener una foto de ella.
Concluyo
pues este escrito expresándoos que sin lugar a dudas, esta ha sido una de las
vivencias más sentidas para mí aquí. A pesar de la suciedad, la temperatura, la
vestimenta y demás incomodidades, y que me resulte todavía extraño y difícil
aceptar ciertos comportamientos, ha valido totalmente la pena por el
significado emocional que tiene sobre todo, pero también por el interés
cultural que me suscita. Todos y todas nos lo pasamos genial!
Vivan
los novios!
Un
abrazo
Cris
N.B.:
Ruego disculpéis las faltas de ortografía… No cuento con un teclado español y
como herramienta tan solo el corrector automático del programa.