lunes, 30 de abril de 2012

La Boda de Chandra



Ya lo anuncia el cartel, Chandra se casa! Como si de una campaña política o publicidad se tratara… Aquí las bodas son grandes eventos, una tradición condición sine qua non para el bienestar de cualquier indio. Si no estás casado, algo no va bien. Curiosamente, a pesar de la evolución económica y desarrollo del país, sigue siendo un acto de gran valor social y personal, sea cual sea la casta, la zona de procedencia o religión.

Esta vuelta a la India está resultando ser muy intensa y dinámica… Como de costumbre, me siento muy afortunada, pues a pesar que despedirse no es tarea sencilla, consigo disfrutar todos y cada uno de los días que paso aquí, la gran mayoría de momentos, que componen esta parte final de mi etapa aquí. 

Me quedaban algunas cosas pendientes por hacer y vivir… Gracias a que mi salud me está respetando y me encuentro bien y con fuerzas para darlo todo e irme con la gran paz interior y equilibrio, estoy pudiendo realizarlas. Este tiempo es un último empujón a años de trabajo interior, recopilación y creación de recursos internos para una adecuada gestión de mis emociones y toques de espiritualidad.

El primer domingo, recién llegada, nuestro instructor del taller de yute se casaba. Qué alegría! Pues podría matar dos pájaros de un tiro: asistir a una boda hindú de una persona a la que tengo profundo cariño y admiro a la vez que, por primera vez, me pondría un saree.
Aquí van las fotos prometidas…

No me sentí tan incómoda como pensaba, lo reconozco. Aunque con la mano en el corazón, a 45 grados llevar 6 metros de tela enrollados de una peculiar y complicadísima manera por el cuerpo, cubriendo un top y una falda por si eso fuera poco, es toda una experiencia. ;)
De hecho, tuvieron que recolocármelo varias veces y lo usamos todas para secarnos el sudor, como la cosa más natural del mundo.

Esa era la ocasión perfecta, Chandra lo valoraría mucho al igual que las nenas...
Y es que organizamos buses para que pudieran atender la celebración que tanta ilusión les hacía. Chandra es una persona muy querida entre todos nosotros, esta gran familia.
Estas bodas pueden durar días…dependiendo de la casta y poder adquisitivo de las familias; este es el caso de un matrimonio humilde, de casta baja y además, el novio con discapacidad física evidente: polio. Por lo tanto, una mañana, unas 5 horas aproximadamente, fue suficiente. Desde las 8.30 de la mañana hasta las 10.30, se llevo a cabo la ceremonia religiosa. Luego los regalos y, para finalizar, el banquete.
Los detalles más interesantes y curiosos para mí, por puntos:
  • Descripción general: sobre un pequeño palco, los novios sentados uno frente a otro, separados por el gurú que conducirá y dirigirá el acto.
Entre ellos, un plato metálico con incienso, arroz, pasta de cúrcuma sagrada y hojas de árbol santo. Rodeándolos, familiares y amigos próximos a ellos. Bajo dicho palco, sillas de plástico para el resto de asistentes, que van entrando y saliendo a cada rato, pues el ritual es muy largo y el calor concentrado en la sala extremo.
 

Es tan especial e importante para ellos y sus familias que dos “blancos” asistan y estén presentes este día, que justo a la llegada nos invitaron a sentarnos justo detrás del novio… Si hubiera sido solo por el afecto que nos tenemos el novio y yo mutuamente, me hubiera encantado la idea. Pero desgraciadamente eso no es lo más importante… A mi compañero ni siquiera le conocían. La raza blanca es superior, punto. A ratos el sentimiento de incomprensión y rechazo a esta diferenciación de clases, de personas, que sin merito alguno otorgan todavía muchas culturas, me impidió centrarme en la vivencia. Desde luego, no solo me iré de aquí sin inmunidad a las picaduras de insectos… Por suerte, otros pude concentrarme en observar y empatizar con Chandra y su ya mujer, y entonces conseguí que ese sentimiento fuera de alegría y esperanza.

  • Vestimenta: ella con una cabellera de flores larguísima (y diría que incomoda, aunque nunca me he puesto una) y el tradicional saree. El, con túnica hasta los pies con finas rayas blancas y sombrero color champagne. Y como no podría ser de otra forma, collares de cientos de flores unidas por una cuerda fina, típicas de cualquier celebración.


  • Altar: silla de plástico con los cocos ya bendecidos y cúrcuma sagrado (polvos de colores) sobre el arroz en un plato de metal frente a una imagen de los dioses de la que cuelga una tira de flores blancas. Justo al lado, los cocos señalados con cúrcuma, por bendecir.
  • Símbolo del matrimonio: como alianza para los cristianos, un collar que el novio muestra antes de colocarle a la novia.

  • Orquesta: creo que no hacen falta comentarios... Probablemente la mas graciosa que he visto en mi vida!
  • Arroz: es el alimento base por excelencia de la cocina del sur de india y símbolo de fertilidad y prosperidad. El ritual obliga a los novios a derramar sobre la cabeza del otro una bandeja llena. Acto seguido, como a la salida de la mayoría de bodas en España, los asistentes lanzaran sobre la pareja más arroz.



Pero además, la tradición manda que los solteros debemos echarnos a nosotros mismos si queremos casarnos en un futuro... Por si acaso...
  • Trono: un banco de madera tallada, decorada con pintura dorada y plateada. Los novios se sentaran al final para una sesión de fotos y video muy profesional, con foco incluido.


  • Regalos: los asistentes van subiendo al palco para dar la enhorabuena y entregarlos. Se aprovecha el momento para hacerse la foto con los recién casados.
La pareja y familiares estuvieron especialmente contentos con los regalos de Handicrafts. Y es que las mujeres de los centros de Bukkaraya recolectaron dinero para un DVD, las de Bathallapalli donde se localiza en centro de yute le compraron una nevera y nosotros, los de la oficina, un televisor. Nada que no se merezca, lo aseguro! Pero para él fue mucho más de lo que podía esperar…pues aquí, en esta zona rural y pobre, lo de la lista de bodas o similar es un concepto inexistente e inimaginable.
  • Banquete: en una sala contigua, se hierve y fríe en grandes ollas con fogones en el suelo, bombonas de gas transportables y demás carracheria, lo que será el menú nupcial.

La comida preparada se servirá a modo buffet bajo una carpa fuera del edificio. Los asistentes hacen cola, a lo indio claro, para recoger su plato. A lo indio quiero decir bien pegaditos uno tras el otro como podéis observar!
Pero de nuevo, pude saborear y disfrutar de esa magnífica comida, pues la compañía era francamente grata y la goce entre risas y miradas de complicidad de este conjunto excepcional de personas con el que nunca me cansare de repetir, he tenido y tengo la suerte de compartir un tramo de mi Camino.
Antes de acabar, me gustaría recordar a los lectores que en esta cultura es obligatorio que los padres sean quienes elijan las parejas de sus hijos. Además, la mujer deberá entregar dinero y oro a la familia del marido, la popular dote. Así pues, Chandra nunca había visto a su futura mujer antes de la boda. Eso sí, pudo tener una foto de ella.
Concluyo pues este escrito expresándoos que sin lugar a dudas, esta ha sido una de las vivencias más sentidas para mí aquí. A pesar de la suciedad, la temperatura, la vestimenta y demás incomodidades, y que me resulte todavía extraño y difícil aceptar ciertos comportamientos, ha valido totalmente la pena por el significado emocional que tiene sobre todo, pero también por el interés cultural que me suscita. Todos y todas nos lo pasamos genial!

Vivan los novios!
Un abrazo
Cris
N.B.: Ruego disculpéis las faltas de ortografía… No cuento con un teclado español y como herramienta tan solo el corrector automático del programa.

1 comentario:

  1. Que envidia (sana) poder vivir estos momentos, y que preciosa con el saree, te sienta de maravilla, y el color fantástico.

    Netes

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